martes, 26 de octubre de 2010

UNA DE MIEDO (Y no es por Halloween)

La historia de este muchacho es la de esas que enseña a tratar mejor a los giles de la clase, tomando “gil” como sinónimo del hiperyankee concepto de “nerd”. Ayer, objeto de bromas en su clase. Hoy, exitoso escritor. Hablamos del Rey de la Oscuridad, el Maestro del Miedo, el Zar de las Pesadillas, el insoportablemente prolífico y millonario. Él. El señor Stephen King.

No encuentro en la prosa de míster King ningún elemento que justifique tanto barullo. Culpo a las traducciones. Sé, en el fondo, que son excusas. La realidad es que no entiendo el chiste. Por otro lado, mis respetos hacia el autor se disparan si hago una recorrida por algunas de las 54 adaptaciones hollywoodenses. Imposible olvidarse de Carrie cubierta de rojo, de las mellicitas de El Resplandor o de Kathy Bates un poquitín irritada, en Misery. Hecha la salvedad.



Ahora, una confesión que puede llegar a asustarlos: Elsa Bornemann me siguen quitando el sueño. Claro que mis lecturas no son las mismas que a los trece años… bueno, no siempre. Estos últimos días conocí a Manuel Mujica Lainez y su muy sutil horror, en Misteriosa Buenos Aires. El escalofrío llega cuando menos uno lo espera, y Lainez no es, como Stephen King, sinónimo del género. Como decía un amigo: “Cuando no hay expectativas, no hay fracaso”.

Años y países mediante, habría que preguntarse qué es lo que tienen en común estos tres autores, además de la capacidad de generar piel de gallina en sus lectores. Sirven como ejemplo, junto a muchos interminables otros, del uso de un recurso: el temible objeto vivo.

Auto malo, malo, malo
En “Buick 8: un coche perverso”, King cuenta la historia de un conductor que desaparece en una gasolinería en Pensilvania (¿dónde más?). No hay que ser muy pillo para darse cuenta de cómo viene la mano. El automóvil, que termina guardado detrás de la comisaría local, les produce algunos percances a los policías: interviene las radios y los teléfonos, se mueve sólo y escupe objetos del maletero.







No me pises jamás mis zapatos de gamuza azul.


En "El loco de la patada", Elsa Bornemann no sólo aborda la problemática de las villas, sino que les da vida a un par de zapatos que, si bien no son de gamuza, tienen lo suyo. Siripo encuentra el calzado en los basurales y duerme con ellos -¡Oh, casualidad!- la misma noche en que empiezan a morir vecinos de “La fin del mundo” de una certera patada en la mandíbula. Sí, los zapatos.






Reflejo juguetón
En “El espejo desordenado”, Lainez narra la llegada del obsequio para Simón del Rey. En 1643 no había mucho para hacer, por lo que su mujer empieza a advertir que algo raro tiene el regalo. Es que es una ventana al pasado, o al futuro, o al presente. El objeto decide qué mostrarle a su dueño, jugando con las reacciones y el destino de los habitantes de la casa, de puro aburrido nomás.







No importa de dónde provenga, ni su tenor, ni la época, el género siempre se hizo eco del escozor que provoca considerar a un objeto -a cualquier medio técnico- como algo más que un mero esclavo de nuestras decisiones. ¡Por favor! ¡Si uno de los clásicos se llama La Cosa!

Imagínense el horror de Heidegger cuando escribió que no sólo habíamos parido tecnología, sino que se había hecho “única, insuperable, omnipresente, superior”. Después de escuchar eso, lo de Latour y su hibridación es casi un consuelo. “Tanto nosotros como nuestros artefactos nos hemos convertido en una corporación. Somos un objeto-institución”, apunta el francés. Honestamente, no sé que da más miedo.



sábado, 16 de octubre de 2010

MANUAL DEL BUEN CENSADO

Lleno de obstáculos –entre ellos, la mismísima idiosincrasia argentina- está el Censo 2010 del próximo 27 de octubre y que tiene como objetivo sacarle una foto polaroid a la Argentina, tal como se explica -aunque en otras palabras- en el sitio oficial del Censo . Desde allí y desde otros muchos medios, el gobierno argentino ha tenido que salir a defender en más de una ocasión el operativo

Norberto Itzcovich, director técnico del Indec, entrevistado por Nelson Castro.

Si deja entrar o no al censista - que comenzará su labor a las 8 de la mañana del 27 de octubre- se deja a criterio personal, pero sí está decretado el caracter obligatorio de contestar. Habrá dos cuestionarios: el básico -de 35 preguntas-, y el ampliado –de 67 preguntas-. Este último se aplica a una muestra de la población en las localidades de 50 mil habitantes o más, como es el caso de Rosario, y se hará a todos los habitantes de ciudades de menos de 50 mil habitantes.




En cuanto a la seguridad, se recomienda no violentarse con el censista. Basta con pedirle la identificación –con nombre, apellido, firma y sello autorizante, posee marca de agua y cambia su color al fotocopiarla - y reconocer su vestimenta. Esta información será brindada 48 horas antes de realizarse la encuesta, para evitar falsificaciones. Vale recordar que estas personas –unos 600 mil- se estuvieron capacitando varios meses para este trabajo, y que no disfrutarán del feriado.

No es necesario que todos los habitantes de la vivienda se encuentren en casa, pero sí preferible, teniendo en cuenta que ese día no habra actividad pública ni comercial hasta las 20. Si no le queda otra que irse, basta con que algún otro habitante del hogar se quede y pueda responder por todos los que durmieron bajo ese techo la noche anterior. El censista sólo necesitará los nombres de pila, y no es necesario presentar DNI o decir el apellido. Las personas que se encuentren fuera del territorio nacional en la madrugada del 27, se quedan fuera del censo; mientras que los turistas que sí lo estén, serán censados. Aquellos que durante esa mañana estén en tránsito y vivan solas, se deberán acercar a la escuela más próxima para contestar el formulario. Los empleados de guardias hospitalarias y demás centros de salud de emergencia que vivan solas, serán censados en sus lugares de trabajo. Para los más ansiosos, los primeros resultados estarán listos en diciembre.

sábado, 9 de octubre de 2010

PARA PENSAR EN FRIO (Sí, sobre los glaciares. Sí, es un lugar común)

En este mapa se muestran ejemplos del rol que las nuevas tecnologías juegan en el activismo ecológico, y un pantallazo de los medios tradicionales en el amanecer de la nueva ley de glaciares

Ley de glaciares on Trailmeme